Las adopciones ilegales son algo común en nuestro país. Muchos profesionales, y hasta miembros de la iglesia, se manejan con el convencimiento de que es mejor para los niños salir de la pobreza, a cualquier costo. Para eso recorren el país aprovechándose de la situación de extrema pobreza de muchos compatriotas.
Un relato duro puede leerse en el diario Clarín, del sábado 27 de mayo de 2006:
Tráfico de bebés: una pareja se fugó con un nene que debía restituir a su madre
En la página de la Fundación Adoptar puede consultarse una serie de notas sobre las adopciones irregulares en Añatuya.
Fundación Adoptar
Rosario Bléfari, Ultra bar
Hace 14 años.
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